La violencia de género abordada desde el ámbito empresarial

Violencia de género. El debate que generan estas tres palabras en muchos ámbitos (político, social, periodístico, legislativo…) despierta, como mínimo, interés. En este artículo abordaremos la inclusión de la violencia de género en los planes de igualdad que deben llevar a cabo muchas de las empresas de nuestro país.

Según el artículo 1 de la Ley Orgánica 1/2004 de Protección Integral contra la Violencia de Género, esta es:

“Todo acto de violencia (…) que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia. (…) que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

Una vez revisado el concepto, debemos entender que este tipo de violencia es un problema que no debe concernir solo a la víctima; también a todo lo que la rodea, así como a toda la sociedad. ¿Por qué? Porque cada grano de arena suma.

De esta manera, las empresas tienen un papel fundamental a la hora de dar visibilidad a esta problemática. Pueden dotar de información y participar activamente en su lucha, nunca se sabe a quién se puede estar ayudando (en muchas ocasiones, las mujeres que la sufren no denuncian su situación y saber qué no están solas, puede darles las fuerzas para hacerlo).

En este punto del artículo, la pregunta es: ¿cómo pueden las empresas ayudar en la lucha contra la violencia de género?

Dependiendo de la capacidad de las empresas, se pueden realizar varios tipos de acciones (seamos realistas, no es lo mismo una Pyme con 7 personas en plantilla, que otra que tiene 300 puestos de trabajo). Si bien hay algunas acciones que, independientemente de su tamaño, pueden llevar a cabo todas. Por ejemplo:

  • Cursos de sensibilización para la plantilla (con personal bien formado).
  • Realizar una campaña especial el 25 de noviembre.
  • Informar a través de los medios de comunicación de la organización sobre los diferentes derechos que tienen las mujeres víctimas de violencia de género.

Ahora que ya sabemos mínimamente lo que podemos hacer, la siguiente pregunta es: cómo empresa, ¿cuándo lo hago?

Los planes de igualdad conllevan trabajo, son dinámicos, cambiantes y abarcan muchas áreas, así que no son procedimientos que se guardan en un cajón. Por ello, si tu empresa está llevando a cabo su primer plan de igualdad, quizás sería mejor que estas medidas se llevaran a cabo en el siguiente plan (porque este será el primero, pero no el último…).

Si, por el contrario, ya os encontráis en el segundo o tercer plan de igualdad, es el momento de incluir la violencia de género en vuestras áreas de trabajo, para contribuir a que la igualdad entre mujeres y hombres se haga realidad.

No importa cómo sea vuestra empresa, ni que hayáis sufrido o no un caso de violencia de género; la información nunca está de más.

Desde Teis lo pensamos y lo sentimos así; contra la violencia de género, la unión hace la fuerza.

Maria Jesús Adrados – Consultora Senior