¿Has oído hablar de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y cómo se relacionan con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC)?

El trabajo que se puede hacer para contribuir en la sociedad desde las empresas no solo se traduce en producir servicios y producto, también podemos aportar un gran valor social trabajando en algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) que pueden relacionarse con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

Muchas veces se confunden estos dos conceptos y se utilizan como sinónimos, pero nada más lejos de la realidad. Por ello, en primer lugar, vamos a definir cada uno de estos conceptos y qué objetivos tienen en la sociedad.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

Los ODS son 17 objetivos a nivel internacional enmarcados en la Agenda 2030, aunque debemos mencionar que tienen un origen anterior. Ya en el año 2000, los distintos países que conforman las Naciones Unidas y crearon los Objetivos de Desarrollo del Milenio, muchos de estos no eran tan ambiciosos e integrales como se pretendía, por lo que en el año 2015 se crearon los ODS.

¿Y de qué tratan estos ODS? Se centran en poner fin a la pobreza y el hambre, trabajar por la igualdad de género, garantizar una vida sana y promover el bienestar, garantizar una educación inclusiva y de calidad, distintos aspectos relacionados con un uso más sostenible de los recursos naturales, promover un crecimiento económico sostenido, inclusivo sostenible y reducir la desigualdad. Por tanto, con estos ODS se pretende lograr una sociedad más inclusiva, sostenible, innovadora e igualitaria.

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC)

Ahora veamos en qué consiste la Responsabilidad Social Corporativa. La RSC se establece como un conjunto de medidas orientado a contribuir en la mejora de la calidad de vida de las personas que integran a la propia empresa y a la sociedad en general. Con ello, también se pretende reducir los posibles efectos negativos que tienen estas organizaciones en el uso de los recursos de su entorno. ¿Y cómo se establecen la RSC en la empresa? Para ello, debe vincularse con la actividad básica de la empresa, tener una intención de permanencia, implicar el compromiso de la alta dirección y ser pluridimensional. Esta última idea hace referencia a que deben trabajarse al menos las áreas económica, social y medioambiental en la organización, aunque también pueden incluirse otras como los derechos humanos, las prácticas de trabajo y empleo, protección de la salud, etc.

Los beneficios de la RSC en la propia empresa son varios. En primer lugar, claramente, mejorará la reputación empresarial, mejorando la retención del talento y atrayendo a otras empresas, aumentando también la fidelización, permitiendo también mayores facilidades a la hora de mantener relaciones con organismos inversores, proveedores y nueva clientela.

Relación entre los ODS y la RSC

Como has visto, tanto la RSC como los ODS están dirigidos a mejorar las condiciones y calidad de vida de la sociedad en general, sin embargo, hay que tener en cuenta que los ODS no tienen fines empresariales. Por ello, cuando planteemos la RSC debemos prestar atención a las características y funcionamiento particulares de nuestra empresa.

De cualquier manera, siempre es recomendable utilizar los ODS como base para crear nuestras estrategias de RSC. ¿Cómo? ¡Aquí tienes algunos ejemplos!

  • Participa en el ODS destinado a hacer frente al hambre y la pobreza haciendo entregas y donaciones de tus productos o servicios a distintas asociaciones sin ánimo de lucro, colaborando para hacer llegar tu empresa a los colectivos más vulnerables.
  • Contribuye con el ODS orientado a la igualdad de género, implantando en nuestra empresa un Plan de Igualdad y establecer acciones que faciliten la presencia equilibrada de mujeres y hombres en todos los niveles de nuestra entidad. Si quieres saber más, en el área de servicios de nuestra empresa podrás obtener más información.
  • Facilita el uso de recursos sostenibles tal y como se plantea en los ODS utilizando productos y servicios de las entidades cercanas, reutilizando en la medida de lo posible y buscando aquellos con un origen más ecológico.

Definitivamente, aquellas empresas que contribuyen socialmente logran una mayor y mejor aceptación de cara al público y colaboraciones con otras entidades. No se trata solo de colaborar como empresa, sino aplicar nuestro valor personal para mejorar como sociedad.